Historia de Cuba

… nada hay más justo (…) que dejar en punto de verdad las cosas de la Historia. José Martí

Parque de la Fraternidad

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Antigua postal del Parque de la Fraternidad Americana
El Parque de la Fraternidad Americana es unos de los espacios públicos más populares y populosos de la capital cubana. En la actualidad comprende un conjunto de pequeños parques divididos entre sí por varias grandes avenidas dentro del área que rodean las calles Monte, Dragones, Prado y Amistad.
Durante la colonia, al encontrarse en la zona extramuros, pero muy cerca de la ciudad y de los caminos que a ella llegaban fue utilizado por las autoridades como polígono militar por lo que comenzó a ser conocido como Campo de Marte.
Al fundarse la República cubana en 1902 se embelleció el entorno del campo construyendo canteros, jardines, fuentes e incluso se proyectó un zoológico por lo que se convirtió en espacio preferido para los paseos de los habaneros que desde los barrios extramuros pasaban por el parque para descender por el Prado. Sin embargo todo el encanto de los parques quedaría opacado por el devastador ciclón de 1926.

Gobernaba entonces la Isla el general Gerardo Machado quien dentro de sus planes de gobierno había proyectado un ambicioso plan de Obras Públicas para convertir a La Habana en un destino turístico de primer orden. Machado, de acuerdo con el urbanista francés Jean Claude Forestier y su ministro Carlos Miguel de Céspedes, concibieron entonces utilizar el espacio del antiguo Campo de Marte para la construcción de la Plaza de la Fraternidad Americana en saludo a la VI Conferencia Panamericana que se celebraría en La Habana en 1928.
El nuevo y hermoso parque, que pronto se convertiría en uno de los centros de la vida citadina, se inauguró el 24 de febrero de 1928 y en su centro se sembró una ceiba abonada con tierra procedente de todas las naciones del continente americano y que desde entonces se conocería como Árbol de la Fraternidad Americana.
Forestier concibió el proyecto del nuevo parque como una extensión del nuevo centro de la gran ciudad; de ahí que desde el Parque de la Fraternidad, pasando por el nuevo Capitolio Nacional y luego por Prado se observase uniformidad en el mobiliario, los elementos de iluminación (con monumentales farolas) y la jardinería.
Años después la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales iría agregando al Parque de la Fraternidad lo que con el tiempo devendría en uno de sus elementos identitarios: los bustos de los próceres de las gestas de independencia americanas.
En los alrededores del Parque, que en su época de esplendor fue el centro de una de las zonas más elegantes de La Habana se alzan algunos de los edificios más importantes de La Habana por sus valores históricos y patrimoniales como el Capitolio Nacional, el Palacio de Aldama o la elegante torre de la Compañía Cubana de Teléfonos. También, con apenas cruzar la calle se podía acceder a varios hoteles, casi todos desaparecidos, como el Isla de Cuba, el Nueva Isla, el Perla de Cuba, el Nueva York, o el Saratoga con sus famosos aires libre.

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