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La residencia Noval Cueto en el reparto Biltmore |
La urbanización del reparto Biltmore fue aprobada el 8 de septiembre de 1944 y fue el último barrio importante destinado a la gran burguesía cubana que se inició después de la Segunda Guerra Mundial, y, como su vecino, el Country Club, fue construido y urbanizado por norteamericanos residentes en Cuba.
John McEntee Bowman y Charles Flynn fueron sus constructores y urbanizadores. Bowman, cabeza de la cadena de hoteles mayor del mundo en los años 20, había sido propietario del hotel Sevilla Biltmore en sociedad con el magnate Frank Steinhart, con el que estaba asociado en el Jockey Club, las carreras de caballos y el Casino Nacional. Durante años ambos habían operado las carreras de caballos en el Oriental Park de Marianao mediante arrendamiento.
El reparto, hasta 1954, había construido un total de 194 casas y estaba creando facilidades para un nuevo auge. El arquitecto Nicolás Arroyo, Ministro de Obras Públicas del último gobierno de Fulgencio Batista, amplió la 5ta Avenida, el Acueducto de Marianao compró la finca El Naranjo con nuevos manantiales y a partir de 1956 se estableció una nueva rotulación de las calles.
Contaba el reparto con amplias avenidas y casi todas las viviendas construidas en el lugar tenían amplios jardines y piscinas y eran de estilo moderno. El exclusivo Biltmore tenía, además, su propia policía local que hacía patrullaje en auto y en moto, empleaba los servicios especializados de la agencia de seguridad Pan American Protective Service y estaba en coordinación permanente con el cuartel de la Guardia Rural en Jaimanitas.
Alberto G. Mendoza e Hijos era la firma propietaria del reparto, con oficina en Amargura No. 205, La Habana. La misma era propiedad de Alberto Mendoza Freyre de Andrade, director del Bufete Mendoza, expresidente del Habana Biltmore Yacht Club, miembro de una de las siete ramas de los Mendoza y hermano de Luis, de Mario y de Néstor.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana, y ante las medidas radicales adoptadas por el nuevo gobierno, la casi totalidad de sus residentes abandonó el país. El moderno reparto fue renombrado entonces como Siboney.
En los primeros años de la Revolución algunas de las grandes mansiones del reparto Biltmore fueron convertidas en albergues para los estudiantes becados de otras provincias que estudiaban en La Habana, sin embargo esta práctica se fue extinguiendo en la misma medida en que se institucionalizaba el país. A partir de entonces la mayor parte de las viviendas del reparto se convirtieron en residencias de diplomáticos y dirigentes del país.
Hasta el día de hoy continúa siendo el más exclusivo de los repartos residenciales de Cuba.
Fuente:
* Jiménez Soler, Guillermo. Los propietarios de Cuba. Editoirial de Ciencias Sociales. 5ta Edición. La Habana. 2014.